ISSN DIGITAL 2953-4739

Revista de Seguridad Operacional 2

(ene-abr 2023) [50-53]

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DOSSIER - ENTREVISTA

“SOMOS IGUALES A CUALQUIER HOMBRE EN EL MUNDO, PERO NO SOMOS LO MISMO”

‘We are equal to any man in the world, but we are not the same’

 

Entrevista a: Lianne Van Der Veen. Expositora en el Simposio JST 2023: Diversidad y Seguridad en el Transporte

Entrevistador: Equipo de entrevistas de la revista RSO-JST.

 

Resumen

En esta entrevista realizada por el equipo de la revista RSO a Lianne Van Der Veen, la investigadora senior de accidentes marítimos en la Junta de Seguridad de Países Bajos (DSB) y presidenta del Foro Internacional de Investigadores de Accidentes Marítimos (MAIIF) desde 2018, oradora principal en la segunda jornada del Simposio JST: ‘’Diversidad y seguridad en el transporte: Resiliencia a través de la inclusión’’, le pone voz a su experiencia y relata sus inicios, la evolución del sector y los desafíos por enfrentar.

 

Abstract

In this interview conducted by the RSO JST magazine team with Lianne Van Der Veen, the senior maritime accident investigator at the Dutch Safety Board (DSB) and chair of the Maritime Accident Investigators International Forum (MAIIF) since 2018, keynote speaker on the second day of the JST Symposium: ‘’Diversity and safety in transport: Resilience through inclusion‘’, she gives voice to her experience by recounting her beginnings, the evolution of the sector and the challenges ahead.

 

 

Palabras clave: TRANSPORTE- SEGURIDAD OPERACIONAL- ENTREVISTA- ORGANISMOS DE INVESTIGACIÓN- GÉNERO Y TRANSPORTE.  

Keywords: TRANSPORT - OPERATIONAL SAFETY - INTERVIEW - RESEARCH ORGANISATIONS - GENDER AND TRANSPORT.

 

Recibido: 04/01/23

Aceptado: 02/02/23

 

 

Este trabajo está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional

 

¿Por qué decidiste comenzar tu carrera en el mundo marítimo, o cuándo te diste cuenta de que querías vivir de eso?

Mis padres tenían una empresa de barcazas de navegación interior (hay muchos de estos pequeños barcos de carga de navegación interior en los ríos de Europa); y mis padres tenían uno; así que desde que nací, viví en una barcaza de ese tipo y siempre me gustó. No quería hacer lo que hacían ellos, pero siempre supe que iba a continuar en el negocio naviero y hacer algo con él. Por eso fui a la universidad de Arquitectura Naval.

 

¿Cómo fue ser mujer en estos espacios? ¿Te encontraste con alguna barrera u obstáculo?

En la navegación interior donde crecí, era muy común que las mujeres también hicieran el trabajo. Así que, para mí, eso no fue muy extraño. Esta es una pregunta que me hace reflexionar, pero no creo que haya una respuesta asertiva. En realidad, pienso que fui capaz de adaptarme a las circunstancias en las que me encontraba; nunca tuve mayores obstáculos para alcanzar las metas que me proponía, solo por ser mujer. Fue en la universidad, donde yo era una de las cuatro mujeres de una clase de 45 estudiantes, donde me di cuenta de que “algo era diferente”. De todas formas, no estoy segura de haber encontrado realmente barreras. Supongo que desde el principio siempre traté de entender cómo funcionaba el rubro, y fue mi lado masculino lo que me permitió ser aceptada. Quizás solo una vez experimenté un prejuicio cuando, luego de una llamada telefónica, mi colega me dijo: pensaron que eras la asistente administrativa, y no la investigadora”; Pero creo que esa fue la única vez.

 

Aunque sin duda la forma en la que lidiaste con todo y tus conocimientos para saber manejarte tienen mucho que ver. ¿Pensás, además, que en los Países Bajos se da distinto que en otros lugares?

Desde ya veo diferencias alrededor de todo el mundo. En los Países Bajos tenemos un clima de trabajo bastante bueno, pero también tenemos dificultades. Es una combinación de factores; creo que en mi caso tiene que ver con mis capacidades para adaptarme a cada situación.

 

Eras una de solo cuatro mujeres en tu clase y, por tu experiencia de vida, lidiaste con las discrepancias con un abordaje diferente, más centrada en tus capacidades que en las dificultades que pudieran presentarse por ser mujer en ese ámbito. ¿Te parece que fue igual para el resto, o tal vez alguien que no estuviera relacionada con el mundo marítimo habría tenido una experiencia diferente?

Una de mis compañeras de clase no tenía experiencia en el mundo marítimo, pero también logró salir adelante. Creo que lo importante es confiar en tu conocimiento. Arrancamos en el mismo lugar, y ella también alcanzó una posición. Tenés que tener fe en tu propia manera de hacer las cosas. Veo importante saber adaptarnos a diferentes circunstancias. Hay que asimilar que es un mundo dominado por hombres y que quizás, a veces, ellos quieren mantenerlo así. No necesariamente hace falta combatirlo, sino defender tu propia posición, tratar de alcanzar tus metas, en lugar de sentirte dominada. Desafortunadamente, este sentimiento surge en muchas mujeres, pero solo es importante reconocerlo y no luchar contra él, sino defenderlo.

 

¿Qué desafíos ves hoy en día en cuanto a la participación femenina y la diversidad en el mundo marítimo?

Hay una diferencia entre ser iguales y ser lo mismo. Soy igual que cualquier hombre en el mundo, pero no somos “lo mismo”. Estoy luchando por la igualdad, pero no quiero ser igual que un hombre. Mirando los facto-res biológicos no somos iguales, pero eso no significa que no podamos alcanzar las mismas metas. Si te esfuerzas por ser igual, eso se convierte en un obstáculo. Pero la igualdad y ser tomada en serio, por ejemplo, eso es por lo que debemos esforzarnos.

El reto que veo es que, si eres un hombre acostumbrado a trabajar con hombres, trabajar con una mujer será diferente. Está en nuestro ADN estar tan cómodos como sea posible, por lo que no siempre es fácil aceptar algo en tu grupo cuando esto implica un desafío y requiere de una nueva forma de pensar. Para ser honesta, no me gustaría estar en un equipo solo con mujeres, ya que un equipo conformado tanto por hombres como por mujeres es algo más completo. Lo importante es aceptar las diferencias y buscar el equilibrio necesario.

Para trabajar en un ambiente dominado por hombres, como las mujeres en el mundo marítimo, en ocasiones se necesita a alguien que las presente en un equipo masculino. Podés luchar sola, pero no siempre es fácil, a veces necesitás que alguien te despeje parte de ese camino.

¿Ves alguna evolución desde que comenzaste?

Yo creo que sí la hay; pero, por otro lado, si te fijás particularmente en la carrera marítima, no veo que haya tanto progreso. Si un hombre se va al mar por tres meses lo aceptamos, pero yo no podría estar tres meses lejos de mi familia. A lo largo de la historia, ha sido más fácil para los hombres hacer eso. Claro que esto no es una generalidad, siempre habrá gente que piensa de manera diferente, pero no creo que exista tanta evolución. No se trata de hombres contra mujeres, somos iguales, aunque diferentes.

Por supuesto, solo conozco la situación europea. Se sabe que las mujeres neerlandesas alzan la voz, pero creo que esto no se acepta ni es tan común en todas las culturas. Hay diferencias. En mi entorno veo oportunidades; jamás mis padres ni nadie me han presionado para quedarme en casa, cuidar a los niños o no ir a trabajar. Pero claro, si retrocedés cuarenta años, la situación era diferente. En los Países Bajos veo cierta evolución, pero sé que no todo el mundo está en la misma fase. Podemos aprender los unos de los otros.

 

Desde 2014 trabajás como investigadora marítima en la Dutch Safety Board, DSB, convirtiéndote en investigadora senior en 2021. ¿Qué nos podés contar sobre tu trabajo allí y sobre la DSB? ¿Podrías darnos tu opinión sobre la seguridad y la multimodalidad?

Durante mucho tiempo quise trabajar para la DSB. Nuestro objetivo es hacer las cosas más seguras; y lo interesante me parece que es no limitarnos a encontrar qué salió mal, sino tomarlo como una oportunidad para hacer las cosas mejor y evitar que ocurran otras desgracias. Nunca estaremos sin accidentes y lo que aprendí en la DSB es que, cuando solucionás un problema, se pueden llegar a introducir nuevos riesgos. Para mí, siempre es un desafío equilibrar eso, ver dónde podemos ser útiles como un todo. En la DSB, observamos todo el sistema, no solo el accidente en sí, sino también las interrelaciones y variables, más allá del suceso.

Trabajar en una junta multimodal ayuda, porque se tienen opiniones de personas con buen desempeño en la investigación fuera del ámbito marítimo, quienes suelen hacerte preguntas que no sabías que tenías que hacer y contribuyen con sus distintas formas de ver el accidente. Te dan una nueva perspectiva. Pero, por otro lado, al ser multimodal, siempre hay tensión por algo más que los asuntos propios del departamento marítimo, entonces no siempre somos capaces de investigar cada suceso marítimo en profundidad.

La razón por la que comencé en 2014 y me convertí en senior en 2021, se basa principalmente en la experiencia y ¡un puesto vacante! Pero lo más importante fue mi experiencia internacional trabajando con Marine Accident Investigators’ International Forum (MAIIF) y la Organización Marítima Internacional (OMI), lo cual me permitió adquirir conocimientos no solo en el negocio marítimo, sino también en cuanto a cómo tratar con los demás y cómo lograr un enfoque holístico, en lugar de centrarnos en un detalle. Creo que los investigado-res senior de nuestro departamento, para ser buenos en sus tareas, deben ser capaces de ver el panorama completo, para percibir los diferentes aspectos y desafíos mirando el problema desde un nivel diferente.

 

Además de tu trabajo en la DSB, cumplís un rol de liderazgo como presidente de MAIIF desde 2018. ¿Qué es MAIIF y cómo fue tu trayectoria allí? ¿Qué cosas destacarías y cuáles fueron los desafíos que encontraste?

MAIIF es el Foro Internacional de Investigadores de Accidentes Marítimos, una red mundial de pares, donde todos somos investigadores de accidentes marítimos. Es un foro para aprender unos de otros. En nuestras reuniones intercambiamos diferentes casos de investigación en los que estamos trabajando para así poder señalar desafíos y exponer resultados. También es un foro en el que todos buscamos cooperar unos con otros.

Nuestra obligación es investigar sucesos marítimos muy graves. Uno es responsable de sus buques de bandera, pero también de los buques de otras banderas que se encuentren en las propias aguas territoriales. Es muy importante que, si ocurre algo fuera de nuestras aguas, estemos en contacto con nuestros colegas. En estas situaciones no somos los primeros en subir a bordo pues para eso tendríamos que salir de prisa y, mientras que lo deseable es estar allí dentro de la primera hora de ocurrido el siniestro, esto no siempre es posible. Por eso, es fundamental contar con una buena red a la que pedir auxilio alrededor del mundo entero, de eso también se trata MAIIF.

Fui a mi primera reunión de MAIIF en 2014, pocos meses después de incorporarme en la DBS. Tuve suerte, ya que la mayoría de mis compañeros estaban de vacaciones y mi director me ofreció la increíble oportunidad de ir a aquella reunión en Panamá. Algo realmente sorprendente en MAIIF es que siempre encontrarás a alguien que te haga sentir bienvenida y te haga disfrutar de la reunión. En 2016 se abrió una vacante para el puesto de presidente, era mi tercera reunión de MAIIF, y alguien me preguntó por qué no me había presentado para ocuparla, pero entonces me consideré demasiado nueva en el Organismo. Sabía que el presidente se quedaría durante los próximos dos años, y fue en ese periodo que la idea comenzó a atraerme. En 2017 quedó vacante la posición de presidente adjunto, y esta vez decidí presentarme. Y luego, en 2018, se abrió una vacante para el cargo de presidente, para el que resulté electa. Ocupo ese cargo desde entonces, y aunque habitualmente dura dos años, no pudimos tener una adecuada reunión de MAIIF durante la pandemia, por lo que tendremos elecciones recién este año. Durante este periodo, logramos cosas buenas; y la forma en que decidimos trabajar creo que fue lo que logró mantener vivo al MAIIF durante la pandemia. Es muy importante poder reunirnos, preferentemente de manera presencial, pero estoy muy contenta de que hayamos logrado mantener al grupo unido en el año 2020. Y me sentí feliz de ver tanta gente en Perú, en 2022, donde celebramos la que fue nuestra primera reunión después de la pandemia.

 

Participaste en el Subcomité III de OMI, ¿cómo le explicarías a alguien ajeno al ámbito qué es el Subcomité III de OMI? ¿Cómo fue tu experiencia en él?

El acrónimo “III” del subcomité significa “Implementación de los Instrumentos de la OMI”, y bajo su guarda está el Grupo de Trabajo sobre el Análisis de los Informes de Investigaciones sobre Seguridad Marítima, el Grupo de Trabajo de Análisis de Sucesos (yo formo parte de la delegación neerlandesa de esta reunión). Lo que hacemos es analizar informes de investigación de seguridad marítima para identificar si existen problemas de seguridad. Se discuten durante la reunión del grupo de trabajo III, junto con otros temas relacionados con sucesos marítimos que se tratan en la reunión del Subcomité III.

 

Vas a participar como ponente principal en el segundo día del Simposio de la JST, ¿qué opinás sobre tener estos espacios dedicados al debate? Si tuvieras que resumir el mensaje principal que te gustaría dar en tu presentación, ¿cuál sería?

Es muy importante tener estos espacios dedicados al intercambio porque hace falta que alguien le dé a este tipo de temas la importancia que merecen. No siempre es sencillo, y si te encontrás en un ambiente domina-do por un sexo, es importante que le des la palabra al otro sexo. Si todos piensan de la misma manera, algún esfuerzo tiene que hacerse para ir hacia algo diferente. Si no nos “obligamos” a entrar en contacto con lo diferente, no siempre sabremos observarlo y reconocerlo. Creo que es importante tener estos espacios dedicados, pero sin excedernos. Creo que es en estos temas donde las minorías deben defender su posición, reclamar su propio espacio y oportunidades, y confiar en su trabajo, conocimiento y experiencia, aun cuando a veces necesiten apoyo.

Cuando fui a mi primera reunión de MAIIF, solo llevaba tres meses trabajando en DSB y, aun así, alguien de la oficina me brindó su apoyo para que yo asistiera. Necesitamos tener oportunidades. Mirando el Simposio de esta manera, me siento honrada de haber recibido la oportunidad de viajar a la Argentina para hablar sobre mi trayectoria en el estudio de la seguridad operacional en el modo marítimo.